ALERTA ROJA
Inminente riesgo de electrocución en paseos públicos
La falta de atención y mantenimiento del precario sistema lumínico en distintos paseos públicos de Corrientes, expone a los transeúntes a un serio riesgo de electrocución inminente, -particularmente niños- que sin saber podrían estar a un paso de la fatalidad y la desgracia.
(Corresponsalía Corrientes) Un inocente paseo por la avenida Costanera, el parque Mitre o Plaza 25 de Mayo, -por ejemplo- podrían tornarse en una pesadilla de consecuencias imprevisibles, si alguna persona tomara contacto con una de las tantas columnas de alumbrado que sin la tapa correspondiente dejan al descubierto los cables de electricidad, -al desnudo en mucho de los casos- y con conexiones improvisadas.
Sucede que toda columna de iluminación, -independientemente de su calidad, altura o diseño-, debería tener en la base una tapa metálica que oculte y ponga a resguardo la conexión eléctrica que provee de energía a la luminaria que se ubica en la parte superior. Eso sería lo normal. Esto sería lo lógico.
Pero la asombrosa realidad indica que en un tramo de la avenida Costanera que vá desde la intersección con calle Buenos Aires, hasta 25 de Mayo, existen por lo menos unas 40 columnas de alumbrado público, que están ubicadas sobre el perímetro de baranda de la avenida costera, que no tienen tapa correspondiente en el frente o la parte posterior, dejando al descubierto cables, circuitos y hasta algo que parecieran ser unos transformadores.
Para aquel que requiera mayor precisión o tenga dificultad para ubicarse con las calles, es conveniente prevenirle que el ‘terreno minado’, es el que se ubica enfrente a la delegación de la Policía Federal, pasando por la punta San Sebastián, el Colegio Nacional General San Martín, la torre costanera y el Hotel de Turismo, aguas abajo.
Vale aclarar que solo se hace referencia al espacio que fue relevado y registrado mediante fotografías, que testimonian y certifican, tales afirmaciones, sin perjuicio que el área de riesgo pudiera extenderse más allá del sector referenciado, en lo que hace a la extensión total de la avenida Costanera u otros parques y paseos.
Párrafo aparte merecen los cables subterráneos que intercomunican a las columnas entre sí, pero que asoman peligrosamente cada tanto en superficie con un encintado precario, que dejan al descubierto en algunos casos, los mortales filamentos de cobre.
¿Tendrán presentes las autoridades municipales del servicio de electrotecnia que sucedería si el pie descalzo de algún chiquillo pescador, pisara justo sobre un tramo de cable descubierto? ¿O si la curiosidad de alguna manito traviesa de algún pequeño deambulador se introdujera en alguna caja de circuitos sin tapa? ¿O si alguno de los tantos cachorros, que pasean junto a sus dueños los fines de semana, eligieran dejar su ‘huella’ líquida en la base de alguna columna electrificada?
¿Podrá el Intendente Vignolo echar una mirada piadosa hacia su lado, cuando realiza su rutinaria caminata por la costanera, y tomar conciencia acaso del riesgo mortal al que se exponen sin saber los ciudadanos, en su destino de ruleta rusa?
Ni que hablar de las dos columnas que suponen riesgo por partida doble: primero porque no están sobre la baranda, sinó sobre una vereda interior y porque tienen un cableado que transfiere energía desde el frente a la parte posterior en forma expuesta, sin pasar por el interior, sino dando un rodeo por fuera de la misma. (ver foto)
Pero el riesgo mortal acecha no solo en el paisaje que tiene como telón el río. También sucede otro tanto en la plaza ‘25 de Mayo’, frente a la Casa de Gobierno, el rectorado, Iglesia ‘La Merced’ y la ‘Escuela Sarmiento’. Por si fuera poco, y con esto no bastara, también se multiplican las posibilidades de recibir una descarga eléctrica en el Parque Mitre, justamente en el sector de juegos infantiles.
La alarmante situación amerita una rápida respuesta y resolución, más allá de la negligencia e inoperancia manifiesta. Es realmente inexplicable y difícil de entender, como es que se llega a este grado de descuido y abandono. Pero es menester tomar medidas urgentes e inmediatas, antes que la fatalidad nos juegue una mala pasada, y sigamos esperando y especulando con que la providencia estará siempre de nuestro lado.
